Se perfila el Pro Tour 2009

domingo, 25 de mayo de 2008

Posible revolución en calendario… y equipos
23 de Mayo, Arueda.com

Se avecinan cambios muy sustanciales en el UCI Pro Tour de cara a la edición 2009; novedades importantes y enfocadas en dos áreas: el calendario a cubrir y los equipos que lo disputen. Es, seguramente, el último intento de la UCI para dar vida a un concepto que no ha resultado tan exitoso como se preveía.


Para comprender la situación de qué escuadras que competirán en el Pro Tour debemos remontarnos a los albores de este invento. Cuando se sacaron a concurso las licencias para la categoría, año 2005, la mayoría de grupos deportivos optaron por adquirirlas por cuatro años (también dependieron, eso sí, del criterio de un jurado que quisiera expedirles las licencias por ese tiempo) y garantizarse así una larga estabilidad en la élite. Así, de cara a 2009 habrán caducado los visados de nueve de los dieciocho equipos que componen actualmente el Pro Tour: Rabobank, Silence-Lotto, Euskaltel-Euskadi, Bouygues Telecom, Française des Jeux, Quick Step, Cofidis, Credit Agricole y CSC. La situación de los tres últimos es crítica, dado que sus actuales patrocinadores han anunciado ya que no continuarán aportando dinero a la escuadra.

De este modo, ante la circunstancia de que solamente nueve equipos tienen plaza segura para el Pro Tour 2009, la cúpula directiva de la UCI se ha planteado la posibilidad de reducir a catorce el número de equipos de su challenge. Con el objetivo paralelo de tratar de agradar a los grandes organizadores, dejándoles más margen para invitar a los equipos que crean oportunos, y tratar de reincorporarlos a su competición.

El calendario es la parte de la “revolución” que mayores sorpresas ofrece, según informa el prestigioso Benito Urraburu en las páginas del Diario Vasco. Esta revolución parece orientada, ni más ni menos, que a rellenar los huecos que dejan en el calendario Pro Tour las carreras de los grandes organizadores… y tratar de perjudicarlas lo más posible, algo que contrasta con el guiño planteado en el apartado de los equipos.

La challenge de la UCI comenzaría en febrero, con la disputa del Tour Down Under (que atrasaría de esta manera unas dos semanas su comienzo). Del 9 al 16 de Marzo se celebraría una carrera en Sudáfrica, coincidiendo con Tirreno – Adriático y París – Niza. A la semana siguiente tendría lugar la Volta a Catalunya, que adelantaría sus fechas unos dos meses en el calendario y coincidiría con la Vuelta a Castilla y León, que también debería desplazarse para evitar el solapamiento de competiciones.

La Vuelta al País Vasco inauguraría el mes de Abril, conservando su lugar en el tiempo; las clásicas harían lo propio. No así la Vuelta a Romandía, que en principio pasaría a celebrarse a finales de abril en lugar de a principios de mayo; un cambio nimio que serviría para dar cabida en el calendario a dos de las grandes bombas de la UCI: dos carreras en Rusia y China que coincidirían en el tiempo con el Giro. En principio la siguiente carrera Pro Tour, la Vuelta a Suiza, se disputaría en las mismas fechas que ahora.


El mes de Julio se mantienen completamente virgen: no se puede competir con el Tour, y los planes perpetrados en Aigle (sede de la UCI) no incluyen un fracaso absoluto ante su rival en esta absurda Guerra del Ciclismo. En agosto se celebrarían la Clásica de San Sebastián, como siempre; sin embargo, la Vuelta a Polonia tendría lugar también en ese mes… así como los Campeonatos del Mundo. Esto supondría un duro golpe para la Vuelta a España, cuya participación está fundamentada en aquellos que acuden para preparar esta cita. Para colmo de males, la gran ronda española coincidiría en el tiempo con la emergente (aunque quizá el retroceso que vive el ciclismo en Alemania le perjudique a partir de ahora) Vuelta a Alemania. Quedan, como incógnitas, la Vatenfall Classics de Hamburgo, la Vuelta a Benelux y la prueba final que la UCI iba a auspiciar para poner el broche del oro al Pro Tour y que aún no dispone de sede.

Equipos Pro Tour 2009

Astaná
AG2R - La Mondiale
Caisse d'Épargne
Gerolsteiner (a la espera de un nuevo patrocinador)
High Road
Lampre
Liquigas
Milram
Saunier Duval - Scott
Más una cifra variable de equipos, no menos de cinco

Calendario Pro Tour 2009
Feb. Tour Down Under
9-16 Mar. Prueba en Sudáfrica
23-29 Mar. Volta a Catalunya
7-12 Abr. Vuelta al País Vasco
Abr. Gante – Wevelgem
Abr. Tour de Flandes
28 Abr-3 May. Tour de Romandía
11-17 May. Prueba en Rusia
26-31 May. Prueba en China
Jun. Vuelta a Suiza
Ago. Clásica de San Sebastián
Ago. Vuelta a Polonia
Ago. Campeonatos del Mundo
Sep. Vuelta a Alemania
Como incógnitas quedan Vatenfall Classics, Eneco Tour de Benelux y la Prueba final

Fuentes:
Diario Vasco
Tuttobiciweb.it

Españoles en rosa (I)

viernes, 23 de mayo de 2008

Un repaso a los últimos españoles que pelearon por el Giro
20 de Mayo, Arueda.com

La presencia de españoles en la lucha por la ‘maglia rosa’ ha sido tradicionalmente esporádica. La práctica coincidencia en el tiempo de Vuelta y Giro hasta 1994 (se corrían en abril y mayo, respectivamente, con una sola semana de diferencia entre ambas) hacía casi imposible la disputa con garantías de ambas carreras. El único ciclista español que ganó el Giro en ese tiempo (y hasta ahora) fue ése extraterrestre de Villava llamado Miguel Indurain; de hecho, lo hizo en dos ocasiones consecutivas: 1992 y 1993.


Sin embargo, si hay que hablar de hombres Giro españoles de de hace más de una década, brilla con luz propia un asturiano recordado y carismático en Italia que en su patria: José Manuel Fuente, alias ‘el Tarangu’. Ocho etapas, cuatro veces mejor escalador, dieciocho días visitó la ‘maglia rosa’ en total. Su mejor puesto en la general final de un Giro lo obtuvo en 1972, cuando fue segundo. Sin embargo, la combatividad de la que siempre hizo gala y su rivalidad deportiva con el superclase Eddy Merckx le valieron el cariño y el recuerdo del público italiano… aunque no tanto del español.

Una vez la Vuelta se separó en el calendario del Giro, los españoles quedaron sin excusas lógicas para no disputarlo. Más aún siendo que la gran ronda italiana es la que históricamente mejor se ha dado a los escaladores puros, raza predominante en España. También se prestaba a la épica, a la fuga, algo que también ha sido propicio para los españoles.

Fue precisamente el equipo combativo y escalador por excelencia, Kelme, quien más en serio se tomó siempre esta carrera; al principio fue un coto reservado para sus ciclistas colombianos, después un banco de pruebas para todos sus líderes antes de llegar al estrellato. Uno de los mejores escaladores españoles, si no el mejor, de los últimos tiempos como es Roberto Heras fue quinto en 1999, adjudicándose la etapa de Aprica; mientras, un imberbe Óscar Sevilla se resarcía de la retirada del año anterior y terminaba su primera grande, siendo 13º en la general. Al año siguiente fue 16º; después, no volvió.

Dos años antes, en 1997, Kelme había realizado una carrera memorable. Sin ningún gran líder, con un grupo de grandes gregarios en proceso de formación (Pipe Gómez, José Ángel Vidal, Marcos Serrano y Chechu Rubiera entre otros) y dos colombianos expertos como Chepe González y Hernán Buenahora, el equipo dirigido por Álvaro Pino consiguió logros insospechados: la clasificación por equipos, una etapa y la ‘maglia verde’ para Chepe González, otra etapa en Falzes para Chechu Rubiera y dos top ten a cargo del propio Rubiera (10º) y del gallego Marcos Serrano (8º). Fue la única representación española en la prueba (junto al madrileño Félix García Casas, 12º), y dejó el pabellón nacional muy alto.

Rubiera fue, sin duda, un enamorado de la gran ronda italiana. Tras ese espectacular debut de 1997, disputó la ‘corsa rosa’ los tres años siguientes sobreponiéndose a la alergia al polen que sufría y, de hecho, sufre. En 1998, mientras Edo consumaba su segunda ‘volata vincente’ (la primera, dos años antes) y Dani Clavero hacía un magnífico quinto puesto, Rubiera fue “tan sólo” 13º, mostrando una mayor regularidad y consiguiendo un inusitado cuarto puesto en la llegada de Milán. Al año siguiente se vio obligado a retirarse a las primeras de cambio. En 2000, su último año en Kelme antes de pasar a engrosar las filas del equipo de Lance Armstrong, consiguió una preciosa victoria en Selva di Val Gardena luchando mano a mano con Simoni y, además, un octavo lugar en la general; la mejor y la última actuación de Chechu Rubiera en el Giro de Italia.

Solamente un liderato consiguió Kelme en toda su historia en el Giro de Italia. Fue efímero, también sufrido. Todo sucedió cuando, camino de Prato, una fuga abrió hueco. Era una jornada de media montaña; el pelotón se fraccionó, no había un dominador claro ni velocistas de relumbrón. Un valenciano por aquel entonces imberbe, corpulento, con una tremenda potencia en las piernas y una versatilidad que hacía imposible determinar el techo de su carrera, iba en ella; si todos llegaban juntos, sería líder. La providencia quiso meterse en su camino; pinchó a muy poco de meta. También viajaba en la fuga un belga hijo de leyenda, Axel Merckx, al cual le bastaba con veinte segundos de ventaja más la bonificación para convertirse en ‘maglia rosa’ por delante del valenciano; llevaba un compañero, tiraron a muerte para eliminarle. Pero es que el valenciano también llevaba un compañero, colombiano, José Javier Castelblanco; éste le devolvió al grupo, dándole un liderato efímero (un solo día) y a la vez un nombre en el pelotón internacional: Quique Gutiérrez.

No volvió a participar hasta seis años después, cuando hizo su aparición con el maillot de Phonak. Se metió entre los primeros en el prólogo y se aupó a la segunda posición de la general en la octava etapa. No se bajó de ella hasta el final de la carrera, fue quien mejor aguantó los envites de un Ivan Basso sensacional. La Operación Puerto estalló seis días antes del final de la ‘corsa rosa’; su triunfo (no hace falta ganar para triunfar) quedó ensombrecido por la sospecha para siempre. Después de él se le marginó, se le apartó de la alta competición; tras un año gris en LPR, donde tuvo un buen rendimiento en las semiclásicas de final de temporada, su nombre fue asociado este invierno al modesto equipo continental húngaro Katay. Finalmente, no se concretó nada y se retiró en el más absoluto anonimato.

Ricco', venenoso y letal

sábado, 17 de mayo de 2008

Etapa de incertidumbres y espectacular llegada en Tivoli
Crónica no publicada por corta... y penca

Polémico por definición, ciclista por profesión y estrella por excelencia. Esa podría ser la radiografía en pocas palabras de Riccardo Ricco’, ganador hoy de la octava etapa del Giro de Italia con final en Tivoli por delante de sus compatriotas Paolo Bettini y Davide Rebellin.


La carrera siguió un guión típico, convencional: fuga de salida con cinco hombres poco peligrosos para la general como fueron los italianos Daniele Nardello (Diquigiovani), Alessandro Spiazaletti (LPR), Fortunato Baliani (CSF), el francés Mathieu Perget (Caisse d’Épargne) y el australiano Adam Hansen (High Road). Este último fue el que más resistió en cabeza: no se resignó a ser cazado a algo menos de diez para meta, atacó y fue cazado siete kilómetros después.

El australiano era rebasado por Tiziano dall’Antonia, rodador de CSF – Navigare que decidió probar su suerte desde el pie de la pequeña subida donde estaba situada la meta. Pero la noticia estaba en otra parte. Danilo Di Luca aparecía en los últimos lugares del pelotón, rodeado de compañeros de LPR. Aparentemente, esto se debía a un problema mecánico. Y en el Giro no hay compasión: de inmediato, los ciclistas de Astaná (equipo del gran líder español, Alberto Contador) marcaron un ritmo infernal. Cuando estos se apartaron, fue el italiano Leonardo Piepoli, convertido desde que está en Saunier Duval en un formidable gregario, quien pasó a liderar el grupo en favor de su líder Riccardo Ricco’… y en contra de Di Luca, aparentemente desarbolado…

Fue en ese momento cuando, desde atrás, saltando desde el puesto cuarenta del pelotón, Danilo Di Luca apareció para reventar cualquier esquema que se pudiera haber establecido. Los grandes clasicómanos, los Rebellin, Bettini… Ricco’… se soldaron a su rueda, que era empujada por una pedalada furiosa. Tan furiosa como efímera: Di Luca acusaba el esfuerzo y no podía aguatar más.

‘Il Cobra’, como es apodado Riccardo Ricco’, mordió en el momento preciso. En los últimos metros estuvo a punto de ser rebasado por Paolo Bettini, deseoso de demostrar que no está ni mucho menos acabado. Mientras tanto, en la que ahora mismo es la anecdótica lucha por la ‘maglia rosa’ provisional, Giovanni Visconti (Quick Step) mantuvo la preciada prenda e incluso aumentó la ventaja sobre su gran rival, el alemán de Gerolsteiner Mathias Russ, quien llegó descolgado del pelotón.

Italia vs Resto del Mundo en el Giro

lunes, 12 de mayo de 2008

¿Seguirá la hegemonía italiana o habrá sucesor para Pavel Tonkov?
11 de Mayo, Arueda.com

En el terrible recorrido de esta edición del Giro de Italia lucharán por la victoria 198 ciclistas (197 tras el positivo de Richeze, de CSF-Navigare) pertenecientes a 22 equipos. En esta ocasión no parece tan claro el favoritismo de los italianos para la victoria final, tan aplastante en la últimas ediciones (el último extranjero ganador fue el ruso Pavel Tonkov en 1996).


En esta ocasión, los no italianos llegan encabezados por un alemán que tenía en el punto de mira esta carrera a pesar de no saber si iba a correrla: Andreas Klöden. Y es que el de Astaná llega en un buen momento de forma tras su victoria en Romandía. A su lado contará con dos gregarios de lujo que no parecen llegar lo suficientemente bien para optar a la victoria final: el americano Levi Leipheimer y el ídolo español Alberto Contador, que recientemente se ha descartado para la lucha por la ‘maglia rosa’; aún y a pesar de esto, no sería descabellado pensar en un puesto entre los diez primeros y al menos un triunfo de etapa.

El ruso de Rabobank Denis Menchov aspira también a suceder a su compatriota Pavel Tonkov como ganador extranjero del Giro. A priori, asistía como preparación para el Tour: sin embargo, la gran condición física demostrada en Romandía le apunta como gran favorito a la victoria final. Caisse d’Épargne lleva también como líder a un ruso, del cual hablamos recientemente: Vladimir Karpets.

De Latinoamérica llegan tres ciclistas con posibilidades de hacerlo bien en algunas etapas de montaña y, en algún caso, incluso en la general: el venezolano José Rujano (Caisse d’Épargne), el colombiano Mauricio Soler (Barloworld), el mexicano Julio Alberto Pérez Cuapio (CSF-Navigare)… y un aspirante a sorpresa como es el escalador colombiano de Serramenti-Diquigiovani José Serpa, que ha realizado una adecuada aproximación al Giro y podría hacer saltar la banca en alguna etapa y también optar a la ‘maglia verde’ si no se ve excesivamente supeditado a su líder Simoni.

La armada italiana se basa en tres puntales de tres generaciones diferentes: el veterano Gilberto Simoni (Serramenti), el maduro Danilo Di Luca (LPR) y el joven Riccardo Ricco (Saunier Duval). Simoni, un ciclista ya en declive pero con clase y ese puntito extra dado por la experiencia, llega con una forma física aceptable a pesar de no haberse dejado ver en exceso. Ya saboreó las mieles del triunfo en dos ocasiones, ha estado cerca de hacerlo varias más… y podría volver a hacerlo ahora.

Por su parte, Danilo Di Luca llega enrabietado tras los múltiples problemas del asunto ‘Oil for Drugs’, que le han sacado del Pro Tour y de la campaña de clásicas de primavera. Está absolutamente centrado en el Giro y aspira a hacerse con la ‘maglia rosa’ por segunda vez tras su triunfo del año pasado. Llega en una forma física ideal (ganó el Giro del Trentino), las trampas del recorrido en la primera semana no le son para nada hostiles. Es el favorito número uno.

Riccardo Ricco', 'El Cobra', es el último de la terna de grandes favoritos italianos. Y el más imprevisible. Ha tenido una campaña de primavera desastrosa, problemas extradeportivos y físicos… Toda una incógnita. Su sexto lugar en el Giro el año pasado y su evidente margen de progresión, sin embargo, le señalan como favorito.

Un coetáno de Ricco’, Vincenzo Nibali (Liquigas) se presenta como principal alternativa a todos estos nombres… y como potencial sorpresa, ya que hay quien lo sitúa en el podio. A su lado tendrá al curtido Franco Pellizotti, que siguen en busca de ese “puntito extra” que le permita estar con los mejores. CSF-Navigare presenta a otra posible sorpresa, Domenico Pozzovivo, y a un hombre que busca revindicación como es Emanuele Sella. Tres veteranos que ya han brillado en el Giro son también candidatos a destacar: Leonardo Piepoli (Saunier Duval), Marzio Brusheghin (Lampre) y Paolo Savoldelli (LPR).

En el plano de los sprinters, hay múltiples nombres y ningún dominador claro ante la falta de Alessandro Petacchi. Robbie Mc Ewen (Silence-Lotto), Erik Zabel (Milram) y, sobre todo, Daniele Benatti (Liquigas) son los llamados a poseer la supremacía de las volatas; Paolo Bettini estará siempre ahí gracias a la dureza implícita en los finales de cada jornada.

El australiano Graeme Brown (Rabobank), el británico Mark Cavendish (High Road) y el alemán Robert Förster (Gerolsteiner) son alternativas. Se presentan otros nombres destacados como Ilgynski y Bazayev (Astaná), Pagliarini (Saunier Duval), Loddo (Tinkoff) y Hondo (Diquigiovani). También hay un español con serias opciones de estrenar su casillero en vueltas por etapas, el vasco Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel). Los sprints, eso parece claro, serán una lotería y un espectáculo ante la falta de un equipo que lleve el mando y la locura de todos los finales de etapa.

El recorrido del Giro en pocas palabras

sábado, 10 de mayo de 2008

10 de Mayo, Arueda.com

Llegó el Giro de Italia, primera vuelta de tres semanas del calendario y segunda en el escalafón de las Grandes tras el Tour de Francia, indiscutible rey de estas carreras. Mientras al Tour le acompañan la historia y la popularidad internacional, al Giro le caracterizan su dureza y la épica inherente a ésta. También la frescura con que los ciclistas llegan a la salida, sita en esta ocasión en la ciudad siciliana de Palermo. No solo la frescura, sino también la mentalización: para los vueltómanos italianos es la carrera más grande, y para los extranjeros la más bonita. La garra y la cerebralidad de los ciclistas italianos se manifiesta en cada ocasión, los extranjeros se ven obligado a correr a la contra dado que gracias a un recorrido con gran profusión de trampas hay muchas ocasiones. Épica, dureza y garra: el Giro de Italia.

El recorrido es, como siempre, traicionero y bello. Como casi siempre, se va desde el sur hasta el norte; el pistoletazo de salida se dará esta tarde en Palermo con una contrarreloj por equipos de 24 kilómetros. Al día siguiente, en Agrigento, final muy duro apto para la sorpresa. Esa misma descripción es aplicable a las siguientes seis etapas: todas presentan al menos una colina de consideración cerca de meta, con excepción de aquellas cuya meta pica hacia arriba. Terreno abonado para el espectáculo, en especial en la séptima etapa de Pesconstanzo: tres puertos en los últimos setenta kilómetros, con el duro Pietransieri (9’2 kilómetros al 6’5 %)… y, como colofón, un repecho traicionero ya en las calles de la ciudad. Insuperable.

La novena etapa será la primera absolutamente rendida a los sprinters, y la décima la primera contrarreloj individual de las tres que hay en la carrera. Cuarenta kilómetros duros para los favoritos del Giro de Italia, en su mayoría escaladores que encontrarán de verdad su terreno a partir de entonces. Día de descanso y, tras una etapa traidora en Cesena donde los favoritos perjudicados por la crono podrían saldar cuentas y dos de transición para sprinters, llega la montaña con el final en alto de Alpe di Pampeago, precedido del largo Manghem. Sin margen para el descanso, durísima 15ª etapa con Pordoi de salida, San Pellegrino, Giau… y la Marmolada (ó Passo Fedaia) como último y definitivo escollo. El tríptico se cierra con la cronoescalada a Plan de Corones, tras la cual llegará el oasis del segundo día de descanso.

La última semana empezará con dos etapas para fugas bidón en Locarno y Varese. Después llega el segundo tríptico decisivo: empieza con una jornada relativamente light, o mejor dicho: todo lo light que puede ser un final en alto en la Presolana ó Monte Pora. Sigue con la penúltima etapa de la carrera, con Gavia y Mortirolo de por medio para que los escaladores se jueguen sus opciones de lejos. Por último, la catarsis del Giro llega con una contrarreloj de treinta kilómetros en Milán que terminará de decidir las cosas.

Astaná correrá el Giro de Italia... ¡con Contador!

martes, 6 de mayo de 2008

4 de Mayo, Arueda.com

El portavoz del equipo Astaná Philippe Maertens anunció ayer en el canal de televisión belga Sporza que la escuadra kazaja estará en el Giro de Italia 2008, cuyo pistoletazo de salida será el próxima día 10 de Mayo en la ciudad siciliana de Palermo. La única condición impuesta para ello al equipo de Johan Bruyneel es la presencia de sus tres mejores ciclistas: Andreas Klöden, Levi Leipheimer… y Alberto Contador.


El director de RCS (empresa organizadora del Giro de Italia) Angelo Zomegnan ha explicado por el contrario que la participación de Astaná no es aún definitiva (“a un 50%”) y que será decidida definitivamente mañana por la tarde, al término del Tour de Romandía que se disputa estos días en tierras suizas.

El modo en el cual se ha llegado a esta invitación de última hora es cuando menos rocambolesco. Tras el rechazo inicial por parte de RCS a que la escuadra dirigida por Bruyneel participará en la carrera, hace aproximadamente un mes la propia RCS se puso en contacto con la administración del equipo kazajo para proponerle tomar parte en su competición. Así, transmitieron a Astaná su deseo de que estuvieran en el Giro… siempre y cuando presentaran un ‘nueve’ de calidad, con sus tres grandes hombres. Un mes después de aceptadas las condiciones, concretamente el pasado viernes por la tarde, Johan Bruyneel recibió una llamada telefónica que confirmaba la presencia de su equipo en la salida de Palermo.

Los hombres que defenderá el maillot de Astaná serán los kazajos Assan Bazayev, Dmitry Murayev, Serguei Yakovlev y Maxim Ilginsky, el ruso Vladimir Gusev, los españoles Toni Colom y Alberto Contador, el estadounidense Levi Leipheimer y el alemán Andreas Klöden. Este último, que a principios de temporada ya tenía programada su participación en el Giro de Italia, ha mostrado ya su alegría por tomar parte en la ‘corsa rosa’, a la cual llegará en un gran estado de forma tras el magnífico Tour de Romandía que está realizando en estos días. Asimismo, el americano Leipheimer también parece encontrarse con una buena condición física: lleva compitiendo a buen nivel desde febrero, cuando se adjudicó la Vuelta a California; también tuvo buenas actuaciones en marzo, al ser cuarto en la Vuelta a Castilla y León… y hace una semana, en la Vuelta a Georgia, donde se clasificó en tercer lugar. En su contra está el hecho de que el perfil de la carrera es demasiado montañoso para sus características.

Más dudas ofrece la condición física en que llegará a la gran ronda italiana Contador. El madrileño está en un gran nivel desde febrero, cuando enrabietado tras la exclusión de su equipo del Tour de Francia protagonizó una escapada antológica sin premio en el Trofeo Sóller. Tras engrosar su palmarés con la Vuelta a Castilla y León y la prestigiosa Vuelta al País Vasco, iba a estar en principio casi dos meses sin competir, hasta la disputa de la Dauphiné Liberé. La participación en el Giro de Italia, obviamente, rompe por completo sus planes.

Habrá que esperar para ver si la precipitación de los hechos le permite alcanzar un estado de forma más o menos decente que le haga llegar a la salida de Palermo con la aspiración de al menos vencer una etapa… o quien sabe si incluso la general final.

El dilema de Vladimir

viernes, 2 de mayo de 2008

¿Una o tres semanas?
2 de Mayo, Arueda.com

Nació en San Petersburgo hace ya 27 años (28 en Septiembre), y de él se podría decir que es uno de los tres mejores ciclistas rusos del momento. Debutó a profesionales muy pronto, en 1998 y sin siquiera la mayoría de edad, en el Lokosphinx ruso; con ellos comenzó a descubrir el calendario .2, incluidas algunas carreras por España. Tres años después, ya más curtido, dio un salto de categoría y fichó por el conjunto Itera; con ellos descubrió el calendario .1, y en su segundo año en el equipo ya destacó en las carreras ibéricas: segundo en el Trofeo Joaquim Agostinho y en Ordizia, tercero en la Volta ao Alentejo. Las cualidades del joven ciclista ruso no pasaron desapercibidas para el tándem Echavarri – Unzué, y en 2003 comenzó su aventura española.


Su primer año en Ibanesto.com fue de mera adaptación, debutando en el Tour y acabando en el puesto 100. Al segundo, cuando el equipo pasó a llamarse Illes Balears, comenzó a dar resultados. Cayó en su zurrón la Vuelta a La Rioja, siendo que también subió al podio de la Volta a Catalunya (como segundo clasificado tras un intratable Martín Perdiguero) y del Tour de Francia (como mejor joven, tras ser 13º en la general). El antiguo equipo bancario comenzó a darle galones mientras el mundo ciclista se preguntaba hasta dónde podía llegar ese espigado ciclista del Este. Sus 1’90 metros de estatura, se dijo, no eran propios de un vueltómano.

2005 fue el año en que Vladimir fue por primera vez como líder a una gran carrera (séptimo en el Giro, notable tratándose de su debut en la ‘corsa rosa’)… y donde decepcionó por primera vez, cuando solo pudo obtener un mediocre 50º puesto en el Tour de Francia. Karpets, se dijo, no era un ciclista de segundos esfuerzos.

La temporada siguiente, año II del desastroso UCI Pro Tour, Vladimir fue “tapado” a la sombra de Valverde tanto al Tour como a la Vuelta. Mientras en Francia Alejandro abandonaba como fruto de una caída, él alcanzaba de nuevo un resultado mediocre: 30º. Mientras en España Alejandro se dejaba la carrera en el descenso de Monachil, él conseguía un notable octavo puesto. Muy bueno, de nuevo, teniendo en cuenta que era su debut y cada carrera, para tener garantías, hay que conocerla cara a cara y no solo de vista. Pero se le puso un ‘pero’ a su actuación: jamás estuvo con Valverde. O eso se decía. No ayudaba a su compañero cuando más lo necesitaba. Karpets, se dijo, no era un corredor de equipo.

El año pasado, 2007, fue sin duda el mejor año de Karpets en toda su carrera profesional. Su decente actuación en el Tour de Francia (14º) fue de nuevo manchada por la sospecha de su falta de sacrificio por los compañeros. Su buena actuación en la Vuelta (7º), ídem. Pero, en el plano individual, sus logros fueron sin duda alguna magníficos: etapas en la Vuelta a Castilla y León y Volta ao Alentejo, aún estando lejos de su mejor forma; etapa y segundo lugar en la general en la Vuelta a La Rioja; y dos vueltas de una semana de prestigio internacional y pertenecientes al Pro Tour: Volta a Catalunya y Vuelta a Suiza. Acabó el año como décimo mejor ciclista del mundo, según el ránking del Pro Tour.

Ahí, en ese momento, llegó el dilema. Al mismo tiempo que se revelaba como un ciclista inapropiado para ayudar a sus compañeros, Vladimir Karpets se revindicó como un corredor casi ideal para vueltas de una semana. Sus excelentes condiciones como contrarrelojista le conceden una ventaja casi definitiva en rondas de no más de diez días que, sin embargo, se convierte en una ventaja efímera en rondas de tres semanas. Cada etapa de montaña representa tiempo perdido para Karpets casi con la misma precisión que cada etapa contrarreloj representa tiempo ganado. La brillantez con que Vladimir resuelve las carreras de una semana se opaca cuando no son una sino tres las semanas que tienen que afrontar.

Si acude a disputarlo seriamente, el Giro de Italia que comienza el próximo sábado puede ser la prueba definitiva para Vladimir Karpets y su definición como corredor. Un buen resultado avalaría la tesis de que el ruso puede hacerse algún día con el triunfo de una ronda de tres semanas; uno malo sembraría dudas en torno a ello y tal vez le impulsaría a preparar mejor vueltas más cortas como ya hiciera el año pasado. Quizá la ‘corsa rosa’ resuelva la incógnita de si Vladimir Karpets pasará a la historia ciclista como un “minivueltómano” de oro… ó un vueltómano de plata.