“No me he saltado ningún peldaño como ciclista”

viernes, 11 de septiembre de 2009

Entrevista a Gerald Ciolek
11 de Septiembre, Arueda.com

Tiene 22 años (23 en unos días), aunque a la mayoría de los aficionados al ciclismo la primera imagen suya que se nos viene a la cabeza es de cuando tenía 18. A esa tierna edad sorprendió a propios y extraños derrotando en el Campeonato de Alemania de 2005 a dos grandes velocistas como Robert Förster y Erik Zabel. A la temporada siguiente ganó el Campeonato del Mundo sub 23 en Salzburgo y fue fichado por el poderoso T-Mobile como la representación de una nueva generación del ciclismo alemán. No era ya tanto un deportista, más bien una especie de personaje hecho insignia.

Todo ello hubiera sido suficiente para que la gloria se le subiera a la cabeza. Pero nada más lejos de la realidad. No sólo por su trato, amable y cercano, sino también por su capacidad para gestionar una carrera profesional que ha sabido llevar siguiendo los pasos necesarios. Sin caer en la tentación de correr antes de andar, asumiendo responsabilidades cuando era preciso y dándole pequeños giros a su trayectoria cuando esta corría peligro de estancarse.

Es un velocista de campanillas, que llama a la puerta de la primera línea mundial con su particular estilo para sprintar, sibilino para colocarse y rebosante de potencia en los metros finales. Más que sus prestaciones actuales, de él asusta más su tremendo margen de progresión, que le puede llevar a convertirse en uno de los mejores del mundo en poco tiempo. Se trata de Gerald Ciolek (Colonia, 1986), ciclista del Milram que tuvo la deferencia de atendernos durante el día de descanso de la Vuelta a España en Aguadulce (Almería).


¿Cómo te encuentras después de las dos caídas que has sufrido durante esta Vuelta?
He tenido dos caídas, pero pienso que he sido afortunado. No he sufrido muchos daños, aunque lógicamente he pagado las consecuencias de haberme caído.

Esta Vuelta, ¿es tu principal objetivo? ¿O estás aquí para preparar los Campeonatos del Mundo?
Ambos son grandes eventos, no creo que sea normal decir que estoy aquí sólo para entrenar. Busco realizar la mejor actuación posible en la Vuelta y, en segundo plano, preparar también lo mejor posible los Campeonatos del Mundo.

¿Definitivamente correrás el Mundial? ¿Con el rol de líder o como gregario?
Sí correré, pero no como líder sino como gregario de los líderes.

Ganaste la segunda etapa de la Vuelta. ¿Fue una especie de alivio?
Sí, llevaba mucho tiempo sin ganar y con la victoria de Emmen me quité un peso de encima.

¿Fue un alivio también para el equipo?
Sí, por supuesto. Conseguimos la victoria gracias al trabajo de todo el equipo, por lo que fue especial para nosotros.

El equipo Milram, su filosofía y las críticas que recibe

Milram es un equipo que es criticado por su falta de resultados de prestigio. ¿Qué opinas acerca de esto?
La verdad es que me siento sorprendido. Tenemos un buen bagaje, por ejemplo, en las carreras alemanas: hemos ganado algo en casi todas, como en la Henninger Turm ó la Vuelta a Baviera. También lo hemos hecho bien en otras pruebas. En las carreras importantes es cierto que nos ha faltado algo de suerte, pero no creo que eso signifique que estamos completamente alejados del éxito. El equipo trabaja como tal, está unido, y eso seguramente sea lo más importante.

Puede que sea la situación actual de crisis absoluta del ciclismo alemán un factor que aumente la presión depositada sobre vosotros: sois el único equipo ProTour de un país acostumbrado a tener grandes estructuras como Gerolsteiner ó T-Mobile
Sí, pero de todas formas siempre estás expuesto a la crítica. Aunque hiciéramos un inicio de año impresionante y consiguiéramos, no sé, cincuenta victorias, si en el resto de la temporada sólo obtuviésemos diez triunfos dirían que nos hemos deshinchado. Creo que nuestros objetivos deben ser los de cualquier equipo: correr determinadas carreras, hacerlo bien en determinadas carreras y ganar determinadas carreras. Por supuesto que podríamos haberlo hecho mejor en algunas pruebas, pero creo que hemos mantenido siempre una línea. Y sí, hay presión, pero creo que no mucha más de la normal.

Un punto interesante acerca del Milram es la bisoñez de su plantilla: sólo diez de los ciclistas superan los 27 años. ¿Puede ser ése, la juventud, uno de los valores principales de vuestro equipo?
Sí, ésa es una de las condiciones interesantes a la hora de valorar nuestros resultados. La otra es que somos un equipo completamente alemán, por lo que nuestro mánager siempre busca tener la máxima cantidad posible de corredores alemanes en la plantilla. No sucede como, por ejemplo, en el Team Columbia, donde pueden escoger entre los mejores corredores de todo el mundo sin importar la nacionalidad. La verdad es que es algo extraño, porque si un español corriera en nuestro equipo no pasaría nada. Sin embargo, tenemos que preocuparnos de la nacionalidad más que de la habilidad a la hora de elegir nuevos refuerzos.

Mark Cavendish, el rival a batir

¿Crees que Milram quizá necesite algunos refuerzos para convertirse en un equipo de velocistas potente y capaz de montar un 'treno' a semejanza de los de Petacchi, Cipollini o Cavendish?
Creo que debemos probar nuestras habilidades y, a partir de entonces, podemos ir perfeccionándolas hasta convertirnos en un 'treno' como el de Cavendish.

Hablando de Cavendish, dijiste en julio que era "batible". ¿Es todavía batible?
Es muy difícil derrotarle, pero creo que hay situaciones de carrera en las que por supuesto que se puede. Si tiene un equipo tan fuerte como en el Tour, entonces sí es realmente difícil. Siempre ha habido sprinters dominantes, como en su época lo fueron Petacchi o Cipollini, pero esa dominación no es para siempre.

Ayer [por el miércoles], Thor Hushvod ganó a Cavendish en el Tour de Missouri. El método fue desordenar la carrera atacando al equipo Columbia en un repecho situado a un kilómetro de meta para desintegrar su bloque. ¿Quizá sea es la mejor táctica para descabalgar a Cavendish?
Sí, es una manera: destrozar a su equipo y descolocarle. Pero, si tiene un equipo fuerte, sería difícil fundir a sus compañeros para llevar a cabo la táctica.

Una carrera profesional brillante

Hay dos momentos clave en tu carrera: las victorias en el Campeonato de Alemania de 2005 y en el Campeonato del Mundo sub 23 de 2006. ¿Cuál tiene más valor para ti?
Creo que ambos. Fueron dos situaciones totalmente diferentes. La victoria en los Nacionales fue una gran sorpresa para todos, para mí el primero, y fue una irrupción muy fuerte en el gran mundo del ciclismo. El Campeonato del Mundo fue diferente, ya llegaba con la etiqueta de favorito y tuve que comportarme como tal, llegando a colmar todas las expectativas al ganar.

¿Crees que el Campeonato de Alemania quizá llegó demasiado pronto?
No, no creo. Por supuesto que lanzó mi nombre al estrellato, pero después tuve tiempo para seguir formándome. No me hice profesional hasta el año siguiente [estuvo completando su formación académica en la marca de automóviles Ford], cuando pasé con el Wiesenhof de categoría profesional. Fui paso a paso, creo que no me he saltado ningún peldaño en mi maduración como ciclista.

Sin embargo, tal vez ese Campeonato de Alemania puso todos los ojos sobre ti y, con ello, toda la presión. Tienes un palmarés impresionante para un velocista de algo menos de 23 años, y no es valorado porque era algo que se presuponía. Incluso hay quien dice que estás estancado.
Sí, muchas veces obtienes buenos resultados y la gente espera más y más. Lo que importa, creo yo, es lo que esperas de ti mismo. Hay que aislarse un poco de los comentarios y progresar al ritmo que necesitas, paso a paso. Para alguna gente parecerá que estás estancado, pero realmente tú notas que vas avanzando poco a poco.

Dejar un equipo fuerte como Columbia para unirse a otro relativamente débil como Milram, ¿fue una buena decisión?
Sí, definitivamente. Elegí entre seguir en segunda línea en Columbia o tomar la responsabilidad en Milram, ejerciendo de líder. En Columbia hay 25 corredores que pueden ganar una carrera cada año, ahí yo era simplemente uno más. Decidí cambiar eso y creo que hice bien, incluso pensando de cara al futuro.

Así que estás completamente feliz con tu carrera profesional hasta el momento...
No, nunca puedes estar completamente feliz. Siempre hay momentos en los que podrías haberlo hecho mejor.

De cara al futuro

¿Te gustaría centrarte en las clásicas de primavera o en conseguir triunfos en grandes vueltas siendo un sprinter puro?
Creo que ambos. En este momento, me estoy enfocando más hacia los sprints, creo que es el terreno donde más rendimiento puedo dar. Pero, en un futuro, sí me gustaría ver qué puedo hacer en las clásicas.

En alguna ocasión has dicho que, al ser capaz de pasar los repechos con los mejores, posees una relativa ventaja con respecto de los sprinter tradicionales. En base a eso, ¿te ves luchando por la victoria en clásicas duras como Lieja ó Amstel?
Creo que Lieja es más bien una clásica de montaña, por lo que de verme compitiendo en ella para ganar será en un plazo más largo. Creo que quizá lo pueda hacer mejor en Amstel o en clásicas de pavés como Roubaix, creo que estas últimas son las que mejor se pueden adaptar a mis condiciones.

¿Por qué victoria quieres que se te recuerde dentro de veinte años?
mmm... Esa es una pregunta difícil. Preferiría no ser recordado por una victoria, sino más bien por una carrera profesional completa. Colgar la bicicleta y sentirme satisfecho de todo lo que he hecho, aunque siempre pudiera haberlo hecho mejor aquí o allá.

¿Te gustaría atesorar al retirarte unos registros como los de, por ejemplo, Óscar Freire?
Él es un gran ciclista, tiene un gran palmarés y por supuesto que me gustaría poder emularle.

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