El año frenético de Philippe Gilbert

jueves, 16 de octubre de 2008

15 de Octubre, Arueda.com

95 días de competición para ser el belga que más ha corrido en este 2008; el octavo entre el total de los ciclistas ProTour. Empezó su temporada el 22 de enero en el Tour Down Under, siendo 15º en la primera etapa. El domingo le puso el broche de oro ganando la prestigiosísima París-Tours con una táctica brillante por parte de su equipo, Française des Jeux. En medio, otras cuatro victorias oficiales más una oficiosa. Diez meses donde no ha dejado de tomar parte en la carrera que tocara. Un año muy activo para el mejor clasicómano valón desde Mathieu Criquelion.


Philippe Gilbert (1982, Verviers) se caracteriza, como decía a principios de año, por tres virtudes que cualquier corredor desearía: clase, potencia, combatividad. La clase le garantiza elegancia y talento; la potencia, fortaleza y capacidad; la combatividad, presencia en carrera y lucha infatigable.

Precisamente ésa combatividad le ha dado al valón ganas de competir después de un 2007 frustrante. Un melanoma (cáncer de piel) interrumpió su preparación en pretemporada. Después, infortunio y desconfianza: ninguna actuación brillante en clásicas más allá de escaramuzas aún lejos de meta. Fue un año negro, sin resultados, que sin duda le ha espoleado a la hora de exhibir sus capacidades en éste.

Comenzó con el Tour Down Under, donde ya se dejó ver con la victoria en la general de la montaña. Continuó en la Challenge de Mallorca, resultando vencedor en los Trofeos de Mallorca y Sóller, amén de colocarse tercero en Pollença y cuarto en Cala Millor y Calviá. Se anotó la general oficiosa de la carrera balear, el principio de lo que iba a ser un gran año. Diez días después fue quinto en el Tour del Alto Var.

En marzo, inicio de la temporada de clásicas, se impuso en dos semiclásicas: la inaugural Het Volk y el competido Memorial Samyn. En su siguiente parada, París-Niza, sólo lució en las dos primeras etapas para posteriormente pasar al anonimato. Llegó la clasiccisima, Milán-San Remo: pasó el Poggio con los mejores, estuvo en el grupo… pero no pudo hacer nada ante el poderío de Fabian Cancellara y se hubo de conformar con el tercer cajón del podio. Cerró el mes con un segundo lugar en la Flecha Brabançona ganada por Sylvain Chavanel.

Abril, mes central de la temporada de todo clasicómano, lo era también para Philippe. Sin embargo, pasado de forma, sólo tomó parte en Tour de Flandes, Gante-Wevelgem Amstel Gold Race, y Lieja-Bastogne-Lieja. Sus actuaciones siguieron una línea descendente, desde el 15º lugar de Flandes hasta el 92º de Lieja. Cerró así su primer ciclo de carreras de un día, con el sabor agridulce derivado de sus dulces victorias en semiclásicas y sus amargos fracasos en monumentos.

Pero no se rindió, el 17 de Mayo volvió a la competición en el Tour de la Picarda: segundo en una etapa, octavo en la general. Anónimo en el Circuito de Lorena y el GP de Vennendaal, en la Vuelta a Suiza tuvo un chispazo en la primera etapa (quinto) y otro en la última (segundo). Eso y una discreta participación en el Campeonato de Bélgica constituyó su aproximación a la única grande que completó, el Tour de Francia.

Allí presenció en primera persona la impresionante victoria de Alejandro Valverde en Plumelec: fue segundo por detrás del murciano. Después, el desierto: veinte etapas totalmente desaparecido, llegó a París por pura honra en el puesto 111 de la general. Tal vez fundido, tal vez desmotivado, su participación en el Tour fue totalmente olvidable.

Tras este pequeño revés, Gilbert tuvo una buena prestación en el Campeonato contrarreloj de su país (sexto) y una testimonial aparición en el Eneco Tour. En septiembre, como muchos otros corredores, escogió la Vuelta a España para preparar el final de temporada. No se dio mal: segundo en una etapa, bastante presencia en carrera… Un buen presagio de cara al Campeonato del Mundo…

…Que sin embargo no se cumplió. En Varese nada acabó de ir bien; la selección de Bélgica sufrió una desorganización absoluta dentro de la a priori clara táctica de apoyar a Tom Boonen hasta el final, Gilbert no fue el único que tuvo carta blanca a la hora de luchar por sus propias opciones... Un desastre que se saldó con nuestro protagonista cruzando la meta en 15ª posición.

La siguiente parada, la penúltima de la temporada, fue el Circuito Franco-Belga. Allí, mientras el Arquero Flecha se revindicaba tras su no inclusión en la lista de la selección española para el Mundial, Philippe volvía a tener una gran presencia en carrera que no se tradujo en nada más que en el cuarto lugar de la general. Y después llegó París-Tours…

…Y una victoria de las que no justifican por sí solas una temporada entera, pero casi. Aprovechando la presencia de su amigo y compañero de equipo en Française des Jeux (y en Silence-Lotto el año que viene) Mickael Délage en una fuga formada a veinte kilómetros de meta, Gilbert llegó al grupo de delante y mantuvo a raya al pelotón. Una vez arribados a la Avenue de Grammont de Tours, sorprendió lanzando el sprint desde lejos a dos corredores más rápidos que él (aunque menos conocidos) como son el belga Jan Kuyckx (Landbouwkrediet) y el francés Sebastian Turgot (Bouygues Telecom).

Por delante aún queda el Giro de Lombardía, al cual está preinscrito, para rematar la gran temporada de un ciclista que siempre apuntó alto. Bien lo sabía Madiot cuando lo probó a finales de 2002 haciéndole correr el Tour de Finistére y el Circuito Franco-Belga. Bien lo sabe Marc Sergeant contratándole para Silence-Lotto de cara al año que viene. Philippe Gilbert es clase, potencia y combatividad: tres virtudes difíciles de encontrar juntas en estos tiempos.

1 comentarios:

Cheli Fdez. dijo...

Llevo un tiempo siguiendo tu blog, me parece un gran trabajo de seguimiento tanto como de conocimiento, y me encanta.
Tan solo un minimo apunte, sobre este post, Mathieu Criquielion, (Mitsubishi-Jartazi)en 08 y que este año correra en las filas del Teltek H2O, es el hijo del mitico Claude Criquielion, ex-campeon mundial y belga.