Footon - Servetto, un equipo bajo mínimos (y II)

martes, 24 de noviembre de 2009

La segunda parte del reportaje: la mala
25 de Noviembre, Arueda.com

Este 2010, de nuevo, Joxean Fernández 'Matxin' y Mauro Gianetti sacarán una estructura ProTour a las carreteras a pesar de todos los problemas que reseñamos en el artículo anterior.

Será gracias al esfuerzo de tres patrocinadores que esto saldrá adelante: la marca de bicicletas Fuji, la empresa de armarios Servetto y la "especializada en comercialización de productos para el bienestar y la salud" Footon. Pero, a la expectativa de la posible (aunque poco probable) llegada de la siderúrgica guipuzcoana Ampo como cuarto espónsor, lo cierto es que el presupuesto del equipo está en el mínimo absoluto. Según reconoce el propio Matxin en una reciente entrevista a Meta2Mil, se tratará del presupuesto más bajo que manejará la estructura desde su primera temporada en el profesionalismo.

Problemas económicos hijos de los problemas pretéritos creados por los errores cometidos y agravados por la intransigencia y el despotismo de los principales estamentos del ciclismo. Problemas pretéritos que generaron problemas deportivos este 2009, impidiendo a Fuji-Servetto tener la garantía de competir allá donde tenían derecho. Unos problemas deportivos que serán aún mayores la temporada que viene debido a los problemas económicos. La pescadilla que se muerde la cola.

Y es que la plantilla con la que cuenta a día de hoy el equipo Footon-Servetto de cara al próximo curso es, cuanto menos, mediocre. La estructura ha tenido que recortar gastos al máximo, firmando únicamente a ciclistas que aceptaran cobrar sólo el sueldo mínimo exigido por la UCI y manteniendo únicamente a 4 de los 29 hombres que formaban parte de su efectivo en 2009: sólo a aquellos con contrato en vigor. El resto, en su mayoría buenos ciclistas, tenían unas exigencias económicas mayores a las cuales no podía hacer frente el nuevo Footon y se ha prescindido de ellos; en unos casos de buenas maneras, en otros de malas según los afectados.

Las bajas más destacadas han sido las de sus dos líderes del año pasado. El cántabro Juanjo Cobo se ha comprometido con Caisse d'Épargne, donde desempeñará un rol de gregario que según Matxin se adaptará mejor a sus cualidades; mientras, David De la Fuente ha firmado con el nuevo Samruk (antiguo Astaná). Tres nombres importantes del equipo en 2009 como Kessiakoff, Kiserlovski y Vigano' se marchan a Garmin, Liquigas y Sky respectivamente, donde a buen seguro darán que hablar. Quedan sin equipo, entre otros, buenos corredores como Jesús Del Nero, Josep Jufré, Ángel 'Litu' Gómez... o el joven Héctor González, una de las mayores promesas del ciclismo español.

Las altas del equipo no compensan para nada el nivel de las bajas. Objetivamente, es quimérico conformar un equipo que dé la talla en el ProTour con corredores procedentes en gran parte de la división continental o, directamente, del campo amateur. Y es que, a la hora de configurar la plantilla, no sólo ha habido problemas de dinero. También, como reconocía amargamente Matxin en Meta2Mil, ha habido influencias externas por parte de los estamentos del ciclismo que se empeñan en ahogar a la estructura, aconsejando y desaconsejando fichajes. Mediatizando para mal la plantilla. Ante esto, el técnico vizcaíno ha optado por formar el equipo a base de jóvenes...

Con estas premisas, el nivel del efectivo sólo podía ser bajo. Y lo es. El teórico líder es Eros Capecchi, que como Durán, Capelli y Benítez sigue en el equipo merced a un contrato preexistente. El corredor italiano deberá hacerse cargo de una responsabilidad, la de liderar un equipo ProTour, que no parece en principio capaz de asumir con garantías. Junto a él, los tres anteriormente citados y nuevas incorporaciones como Cheula (Barloworld), Rubiano (Centri della Calzatura) ó el austríaco Eibegger (Elk Haus) deberán ejercer la capitanía de la formación cuando halla que enfrentarse a carreras con montaña.

Seguramente, ése no será el punto fuerte del equipo, que parece más bien orientado a los sprints. Para ellos ha firmado al mejor velocista de Portugal, el joven Manuel Cardoso (Liberty), que deberá demostrar en el calendario mundial lo apuntado en el país vecino. A su alrededor tendrá a un cántabro con merecida fama de lanzador como Vidal Celis (Barbot), al burgalés Enrique Mata (Burgos Monumental), a los italiano Michele Merlo y Marco Corti (Barloworld) y al neoprofesional británico Thomas Faiers, que pueden conformar un 'treno' potente y, sobre todo, con mucho margen de progresión.

Además, Footon también contará con un nutrido grupo de rodadores encabezado por el hispanosuizo David Vitoria (Rock & Racing), el jovencísimo campeón de Austria contrarreloj Mathias Brandle (Elk Haus) y, sobre todo, la promesa danesa Martin Pedersen (Capinordic). A su lado habrá un grupo de españoles de futuro como los también rodadores David Gutiérrez Palacios y David Gutiérrez Gutiérrez, que llevaban tiempo reclamando su salto a profesionales, el todoterreno mallorquín Rafa Valls (Burgos Monumental) y el neo Pedro Merino.

Se trata de mimbres buenos a largo plazo que, en pequeñas dosis como las que aplica por ejemplo Caisse d'Épargne, podrían resultar ilusionantes... pero a corto plazo y en grandes cantidades son algo desesperanzadoras. Por lo pronto, a menos que aparezca un nuevo patrocinador que permita la incorporación de nuevos corredores con mejores condiciones, el nivel de la plantilla es muy bajo. De hecho no se ve, a priori, ningún ciclista capaz de imponerse en una carrera de alto nivel.

Es una pena, pero también el tributo a pagar por los errores cometidos en el pasado. Errores propios a los cuales la intervención de los poderes fácticos del ciclismo, jueces y verdugos, expertos en el tejemaneje subterráneo, les han conferido un estatus de gravedad máxima. Tal vez sea el último año de funcionamiento del proyecto de Matxin, pero siempre quedará la satisfacción de haber resistido por un tiempo el acoso y derribo de todos los elementos perniciosos del ciclismo.

Footon - Servetto, un equipo bajo mínimos (I)

domingo, 22 de noviembre de 2009

La primera parte, la buena, del reportaje
24 de Noviembre, Arueda.com

No es fácil lidiar con la lacra del dopaje. Tampoco con el acoso y derribo de las autoridades ciclistas. A ambas se está teniendo que enfrentar la estructura de Joxean Fernández 'Matxin' y Mauro Gianetti.

Hace ya cinco temporadas que la citada estructura salió a las carreteras. Fue en 2004, vestidos de amarillo y tras realizar un ensayo el año anterior con Vini Caldirola, equipo italiano que contó con Gianetti como mánager, Matxin como director y Saunier Duval como copatrocinador. Fue precisamente esta firma la que auspició la nueva escuadra, aumentando el esfuerzo económico que ya hacía para mantener un prestigioso equipo amateur. Llegaba la hora del gran salto.


En principio, Saunier Duval fue un soplo de aire fresco para el pelotón español. Era un equipo nuevo, cuya imagen era su director Joxean Fernández 'Matxin', de carrera intachable y buena fama gracias a su desempeño en el Mapei GS3 donde dieron sus primeras pedaladas profesionales superclases como Cancellara, Pozzato ó Rogers. La plantilla, equilibrada, contaba con hombres consolidados como Perdiguero, Piepoli o Juan Carlos Domínguez para ganar y jóvenes como Fran Ventoso, Juanjo Cobo o Purito Rodríguez que garantizaban el futuro y auguraban sorpresas.

En 2009, mirando con perspectiva, podemos decir que la vida de la escuadra que iniciara su vida como Saunier Duval ha estado en efecto plagada de sorpresas. Algunas fueron agradables, como la Volta a Catalunya 2004 donde Perdiguero se llevó tres etapas y la general, la entrada por la puerta grande en el UCI ProTour, la resurrección deportiva de Mayo en 2007 o los Giros donde el equipo amarillo dominó merced a una tercia de altura conformada por el propio Ricco', Piepoli y Gilberto Simoni. Pero la mayoría han sido negativas.

El origen de los males de la estructura de Matxin y Gianetti podemos localizarlo en julio de 2007. Fue entonces cuando un renacido Iban Mayo daba positivo por EPO tras realizar un notable Tour de Francia. En ese momento se quebró el contrato fiduciario que cualquier equipo adquiere con cualquier organizador al acudir a su carrera: ya no había limpieza absoluta. Eso, en un deporte como el ciclismo donde los poderes fácticos cuentan más que los teóricos, se paga caro.

Y, en efecto, al año siguiente el Tour impuso penitencia a Saunier. La presión que sufrió el equipo a nivel de controles antidopaje fue enorme, más aún con las exhibiciones deportivas que algunos de sus componentes llevaron a cabo. Esta presión no hubiera servido de nada si ningún corredor hubiera incurrido en el error del dopaje, pero dos lo hicieron. Riccardo Ricco' y Leonardo Piepoli, ganadores de etapa en la ronda francesa, dieron positivo. El equipo se retiró de inmediato de la carrera, pero el daño ya estaba hecho. Saunier retiró su patrocinio, la estructura malvivió hasta final de temporada con la esponsorización de Scott y acabó renunciando a competir en la última parte del año.

Después de esto, desengaño y desilusión a partes iguales. Y también necesidad. Matxin y Gianetti no tenían ninguna vía para recibir dinero pero sí un montón de contratos que cumplir. Así las cosas, no quedaba sino sacar a las carreteras la estructura un año más, buscar patrocinador a diestro y siniestro aunque fuera "tocando" a los que daban dinero a otros equipos, como se comentaba en el siempre lenguaraz ambiente ciclista. Finalmente, fue la marca japonesa de bicicletas Fuji quien aportó el dinero, con la ayuda de las empresas italianas Servetto y TMC Transformes.

Se rezaba por un año tranquilo, de transición y purga de penas. Sin despilfarros económicos para configurar la plantilla, porque no había dinero para ello. Sin tomar parte en las carreras más exclusivas, porque los organizadores miraban con lupa; no en vano, el Tour no les invitó aunque tuvieran derecho a ello. Y con tolerancia cero para el dopaje, porque cualquier mancha podía firmar la sentencia de muerte de la estructura. Pues bien: no sólo hubo una mancha, sino que fueron tres.


La primera, totalmente gratuita e innecesaria, vino de una Unión Ciclista Internacional que parecía dispuesta a ensañarse con la escuadra: reveló "valores sospechosos" en el pasaporte biológico de Rubén Lobato, que el año anterior formaba parte de la misma. La segunda, preocupante, llegó en julio con el positivo por CERA de Ricardo Serrano, que le había dado al equipo en la Vuelta a Romandía su victoria más importante del año. Y la tercera tuvo lugar hace apenas unas semanas: Alberto Fernández de la Puebla, un corredor que llevaba toda su carrera de la mano de Matxin, fue también controlado positivo. El tejemaneje ciclista en su máxima expresión y una formación herida de muerte...

Pero, a pesar de todo, no han podido. Ni los corredores sin escrúpulos, ni el acoso y derribo de los organizadores y federativos. No han podido derribar la estructura de Matxin y Gianetti, una torre no demasiado alta que se niega a caer a pesar de, ciertamente, haber hecho méritos para ello. Este 2010 saldrá a las carreteras gracias al apoyo de Footon y Servetto. Aunque sea más mal que bien y muy limitada de recursos, como analizaremos en el próximo artículo...