Cinco nombres-bielas mientras el Giro gira

lunes, 25 de mayo de 2009

Nos empeñamos en decepcionarnos con algo que es, tristemente, el pan de cada día. El ciclista no corre por sensaciones, no corre por espectáculo, no corre por gloria; corre por números. Es lo malo y lo bueno de un ciclismo tecnificado que nunca llegará a ser como la Fórmula 1 (¡Dios nos libre!), pero por otra parte sí va tendiendo a la linealidad. Cosas también de una generación casi perdida, de líderes de paja que pierden la perspectiva del potencial que puedan llevar en sus piernas por el mero hecho de que jamás han experimentado hasta dónde llega realmente. Lo he dicho un par de veces. Creo que es uno de los principales male de los males del ciclismo actual

Sin embargo, mientras todo esto sucede en el Giro, alrededor se suceden competiciones de menor calado. Algunas porque nunca han tenido esa relevancia (Lorena, Japón). Otras porque, triste realité, han caído en un saco de relativa mediocridad gracias a que su alrededor (y no hablo de políticos) no le prestan la menor atención y la ningunean sistemáticamente. El banquete del F.C. Barcelona está suponiendo el hambre de todos los que cohabitan con el club del crit valent, pregúntenle a los deportes de motor por citar un ejemplo. La Volta a Catalunya sufre este problema, epidémico, pero lo peor es que no es capaz de poner antivirales, de venderle a algún periódico la posibilidad de ser 'diario oficial'. Tampoco son capaces de tener una web moderna. Ni de garantizarse retransmisiones. Como con la crisis, una circunstancia global está excusando la incapacidad de unos poderes locales.


Alejandro Valverde Ha sido el gran protagonista de la Volta a Catalunya. La figura mediática que a cualquier carrera le gustaría tener. El murciano es, tras Alberto Contador, el corredor español más popular del momento. Es un 'killer' que gusta, espectacular por su manera de ganar cuando se encuentra en forma y los últimos metros pican hacia arriba. En Catalunya ha mostrado (según las crónicas, que de las etapas prácticamente no hay ni fotos) un estado de forma excepcional: ganó al sprint en la Pobla de Lillet, podría haberse impuesto también en Pal si no hubiese tardado tanto en atacar. De cualquier manera, ha sumado una etapa y una general valiosas para engordar su palmarés y revindicarse ante las cazas de brujas que tanto le hostigan últimamente.

Sergio Pardilla El de Ciudad Real, seguramente, debería estar luchando en el Giro con los grandes y no donde ha estado. En la Vuelta a Japón, defendiendo sus colores de Carmiooro - A Style y haciéndose con la victoria con una superioridad incontestable a pesar de lo movidísima que ha sido la carrera. Hablamos de un ciclismo sin evolucionar que se encuentra ahora mismo en la época pre Merckx: etapas leoninas, diferencias de calidad y preparación abismales entre los mejores y los peores que se traducen en distancias salvajes del primero al último. Allí han ido A-Style y Knauf. Y se han encontrado con el australiano AIS, que se ha llevado cinco de los siete parciales con Leigh Howard y Jack Bobridge, y con los ciclistas orientales dispuestos a reventar la carrera en cada instante. Un verdadero espectáculo, un río revuelto donde ha pescado Sergio Pardilla otro triunfo que debería hacer reflexionar a todos los equipos profesionales españoles que le han dejado escapar.

Rubén Plaza Saltamos a Francia. Allí ha competido el valenciano de Liberty, que se llevó una etapa, la tercera, por delante del a la postre vencedor absoluto Matteo Carrara. Como Pardilla, cada triunfo suyo es un golpe en la frente, pong, para todos aquellos directores españoles que le han dejado escapar y obligado a batirse el cobre vestido del Liberty portugués en el calendario de los países vecinos. Es uno de los tres mejores rodadores del pelotón español, potente y decidido a la hora de demarrar. Se defiende aceptablemente en montaña. Dos victorias este año. Todo eso pesa menos que el estigma de la Operación Puerto, motivo suficiente para dejarle en la estacada. Como a Manuel Lloret. ¡País!

Romain Sicard Cambiamos de nacionalidad del corredor, aunque no del escenario. El vasco-francés de Orbea es la gran sorpresa de la temporada dentro del pelotón nacional. Sus resultados, a los 21 años, son propios de un gran ciclista; la manera de conseguirlos son propios de un superclase. La Subida al Naranco fue asombrosa, llevábamos años sin ver a un corredor ganar escapado desde el primer kilómetro en un grupo pequeño para rematar luego en solitario [Esta semana podemos leer en las crónicas que Julián Sánchez Pimienta (Conténtpolis) hizo algo parecido en la Volta a Catalunya]. Este sábado, en la Ronde de l'Isard, el triunfo llegó con un ataque desde la base en un puerto-Tour como Plateau de Beille. Sencillamente asombroso. Que tenga cuidado Euskaltel, porque quizá se lo quiera llevar algún equipo francés...

Jonathan Castroviejo ...Pero aún les quedaría este. Vizcaíno, más rodador que Sicard pero menos escalador; el paso al Pro Tour asegurado para el año que viene. O quién sabe si a mitad de este año. Tiene proyección de auténtico referente desde juveniles, promete grandes cosas para el futuro. En el último mes está luciendo más que nunca, siempre en .2 francesas. En el Tour de Haut Anjou triunfó en una etapa y casi hace lo propio en la contrarreloj. En la Ronde de l'Isard se hizo con el prólogo y rayó a gran nivel en Plateau de Beille mientras su compañero Sicard se exhibía, lo cual le valió el segundo puesto de la general. Pinta para relevo de 'Bing Gordon' Samuel Sánchez ("cuando ganas los Juegos Olímpicos, no te dejan olvidarlo") como buque insignia de Euskaltel. Sin embargo, aún le quedan años de camino por andar y años de camino para que le pongan presión encima. Dejémoslo evolucionar tranquilo...

Los cortes de la Navaja de Occam

viernes, 22 de mayo de 2009

Arueda.com

La navaja de Occam es un instrumento empírico que sirve como base a cualquier razonamiento lógico. Lejos de ser un instrumento físico, es una máxima cuyo nombre radica en que corta de raíz cualquier divagación e hipótesis demasiado complicada. Establece la preponderancia de lo simple con el siguiente postulado: “La interpretación más sencilla es probablemente la correcta”.

En ciclismo no hay carrera más sencilla que la contrarreloj: un recorrido que cada participante completa individualmente con el objetivo de hacerlo en el menor tiempo posible. Determina la fortaleza física del corredor mucho mejor que la montaña, donde hay cierto componente mental; mucho mejor que el sprint, donde hay una parte importantísima de trabajo de equipo; mucho mejor que el terreno de las clásicas, donde la táctica juega un papel decisivo. Aquí todo es muy sencillo, es la lucha en igualdad total de condiciones, la navaja de Occam corta muy bien.

La crono de hoy parecía sacada de otro tiempo. Acumulaba una longitud de sesenta kilómetros, propia de cualquier carrera del género en cualquier gran vuelta, pero la sazonaba con dos puertos de montaña que proporcionaban una dureza descomunal. Para muestra, los 17 minutos y 50 segundos de retraso que ha acumulado en meta el último clasificado, Óscar Gatto (ISD), con respecto del ganador Denis Menchov.

El ruso de Rabobank ha sido, sin duda, el gran beneficiado de hoy. Inició el día a 1'20” de la 'maglia rosa' que llevaba Danilo Di Luca y lo acabó con ella puesta y 34” de renta. Menchov es un corredor fortísimo, dominador en las contrarrelojes y capaz de lo mejor (Alpe de Siusi) y lo peor en la montaña, a causa de una debilidad mental que le hace hundirse cuando ve alguien superior a él en la carretera. Eso le hizo no ganar el Tour del año pasado, donde también acusó un poco de mala suerte, si bien no le ha impedido ganar una Vuelta a España, la de 2007, en la que avasalló desde otra crono (Zaragoza) hasta el final.

Sin embargo, ahora Menchov se enfrentará a otro problema que no es de mentalidad a la hora de defender el liderato. Se trata del equipo. Rabobank ha traído una alineación más bien débil, sobre todo a la hora de subir, que tiene además el hándicap de haber perdido a su 'capitano' en ruta, Pedro Horrillo, debido a una caída. Sólo Laurens Ten Dam (19º en la general), Mauricio Ardila (48º) y Dimitri Kozontchuk (79º) si se encuentra en sus mejores días parecen capaces de resistir hasta el último puerto con el ruso. Los acontecimientos pueden sobrevenir, sobre todo, con un ataque lejano en una de las numerosas etapas de media y alta montaña que restan hasta la llegada en Roma.

Otro equipo donde la navaja de Occam ha metido su filo ha sido Liquigas. Su bicefalia corre el peligro de convertirse en dicotomía; desventajas de salir con dos líderes en el mismo ‘nueve’. Ivan Basso y Franco Pellizotti han convivido hasta ahora perjudicándose, no han dado pedaladas a favor del otro y sí en contra; por ejemplo, el corte de la décima etapa que costó veinte segundos de desventaja a Basso lo provocó el propio Pellizotti.

En la contrarreloj, Pellizotti ha demostrado estar un punto por encima de Basso. El hombre del cabello rizado lleva un minuto de ventaja respecto del varesino, quien sólo se mostró mejor que él en Alpe de Siusi y tiene además dos hándicap: impericia para atacar y poca costumbre de alta competición. En estas circunstancias, recortar tres minutos (su diferencia respecto del líder Menchov) se antoja muy complicado si se espera a combatir de tú a tú. Pellizotti, por tanto, parece en mejor disposición para aspirar a la maglia rosa. La solución para evitar un conflicto tal vez sea buscar ataques lejanos con Basso, hacer trabajar a Menchov y dejar el terreno abonado para que Pellizotti remate. Que ambos den pedaladas para sí mismos, pero que al menos no se perjudiquen…

Por otro lado, la decepción de la contrarreloj posiblemente haya sido Michael Rogers. El australiano, antiguo campeón del mundo contrarreloj, se ha visto superado por los rivales y el recorrido y ha perdido casi tres minutos en meta con Menchov. El corredor de Columbia muestra una falta de solidez casi alarmante y, aunque algunas apuestas le daban como candidato a la sorpresa, aún le falta ese punto de regularidad para situarse entre los mejores. Tampoco su compañero Thomas Lövkist (a cinco minutos) ha dejado mejores sensaciones; la navaja de Occam dice esta vez que la guerra de Columbia seguramente no sean las clasificaciones generales.

Todo lo contrario le sucede a Carlos Sastre. Y a Levi Leipheimer. Ninguno de los dos se ha mostrado exultante, ni muy entonado; se mantienen a la expectativa, pero aún así son quinto y segundo en la general, respectivamente. El abulense de Cervélo espera amparado en su condición de corredor de fondo, lo que propicia que sus etapas para marcar diferencias sean más las finales que las iniciales. El americano, por su parte, esperaba no tener rival en la contrarreloj, poder sacar tiempo a todos; ahora tiene un problema llamado Menchov. Y también una solución llamada Astaná, un equipo potentísimo con capacidad de sobra para armar verdaderos zafarranchos.

El último corte de la navaja de Occam, el primero cronológicamente de todos los reseñados, lo ha dado en Lance Armstrong. Después de dos semanas introducido en el fragor de la competición, el americano ya había tomado ritmo de competición y se encontraba ante la prueba de fuego de la disciplina que tantos éxitos le dio otrora. El resultado, 13º a 2’26”, no invita al optimismo de pensar en la recuperación del Armstrong de antes de la retirada; hay doce ciclistas por encima suya, antes no había ninguno. Sin embargo, sí deja bien a las claras que el tejano sigue teniendo un nivel más que decente. Y puede ser, por qué no, que le veamos dinamitar el Giro con su trabajo a favor de Levi Leipheimer…

El regreso de Gulliver

sábado, 16 de mayo de 2009

16 de Mayo, Arueda.com

Cuando Gulliver volvió a Inglaterra de la tierra de Houyhnhnm, encontró que nada era tal y como lo recordaba. Nada lo percibía igual. Su trabajo de médico, su mujer, sus hijos; eran elementos extraños que se le antojaban innobles después de tanto tiempo con los Houyhnhnms, caballos dulces con una perspectiva idealista de la vida. Caballos que habían esclavizado a los humanos, que ellos llamaban Yahoos, por ser violentos, desconsiderados, primitivos e incapaces de vivir en armonía. Incapaces, también, de sentir el amor; aunque todo esto no forma parte del tema que nos ocupa.

La cuestión es que, una vez regresado, Gulliver empezó a sentir asco por todo. No quería que nadie se acercara a él porque ya no veía humanos sino Yahoos. Desconfiaba de lo que había sido su familia, lo que había su entorno, en parte también porque percibía que muchos de ellos le miraban con recelo. Como preguntándose por qué volvía después de varios años perdido por el océano, sin dar señales de vida, de los que regresó contando alucinantes historias que más tarde servirían a los que las oían para hacerse un poderoso esquema mental que incluso les situara por encima de los demás.


Lance Armstrong volvió al ciclismo profesional en enero del año pasado y da la sensación de que no volvió como se fue. Lógica deportiva: después de no dar una sola pedalada en competición desde julio de 2005 (si exceptuamos sus triatlones), era absolutamente normal que le costara recuperar sus cualidades. Incluso que las hubiera perdido. Además, el considerable tren superior que tuvo que adquirir precisamente para el triatlón supone un lastre terrible a la hora de escalar cualquier puerto.
Por tanto, no debería ser noticia verlo a cola del pelotón. No debería ser noticia que perdiera tiempo.

Sin embargo, esperábamos que Gulliver volviera de Houyhnhnm y se pusiera a ejercer como médico. Lo esperaban, más bien, esos medios generalistas que no entienden por qué es positivo para las fuerzas de un ciclista ir a rueda, y si lo entienden es por compararlo con el rebufo de la Fórmula 1. Este rosario de segunditos que se ha ido dejando etapa a etapa, kilómetro a kilómetro, es sin embargo para el aficionado especialista pura lógica, ya que su confianza es que la fortaleza mental del texano le hará dejarse ver por orgullo aunque la fortuna deportiva siga (seguirá) dándole la espalda.

Tal vez el texano no la busque. Desde que anunciara su 'comeback' en septiembre de 2008 (desafortunada fecha que coincidió en plena lucha de su coequipier Alberto Contador por la Vuelta a España), se ha venido especulando con si la naturaleza de su regreso es deportiva o mediática. ¿Es el interés de Lance Armstrong engrandecer su leyenda? ¿Puede serlo más? Siete Tours consecutivos le colocan ya en los anales de la historia, sin necesidad de hacer nada más.

La posibilidad de un regreso deportivo es incluso una falta de respeto a actuales ciclistas profesionales. Lance habría presupuesto que podría ganarles aún después de tres años y medio parado. Gulliver se pasó de listo, los enanos intentarán aplastar al único gigante uniendo sus pequeños rencores, que diría Sabina. Los Yahoos que Gulliver veía en los humanos se unirían contra él, le tacharían de loco. Algunos le tacharon, de hecho. Pero no hizo falta ir más allá: Gulliver no estaba dispuesto a volver a ser médico, su reino... ya no era de este mundo.

Seguramente el regreso de Armstrong sea puramente mediático, y desde esa perspectiva debemos entenderlo. No quiere un reinado deportivo porque ya lo tuvo; sólo quiere contar sus historias, beneficiar a su Fundación Livestrong contra el cáncer. Y, mientras lo hace, otros podrían aprender de él. Podrían escuchar su historias de caballos que viven en armonía e intentar calcarlas. Podrían aprender de su ejemplo mediático, de cómo atraer todos los focos hacia ti mediante una personalidad atractiva, una historia personal bonita explotada sin llegar al hartazgo, la explotación de canales de comunicación hasta ahora indómitos en el ciclismo y casi la totalidad del deporte, como su famoso Twitter.

Pero no se hace, porque se prefiere señalar las vergüenzas deportivas de un Gulliver al que posiblemente le traen sin cuidado esas consideraciones. Por qué volverá después de tres años y medio sin estar aquí, dicen los enanos. Si ahora podemos ganarle, somos mejores médicos y mejores humanos porque nosotros sí sabemos como funciona esto ahora y a él le falta costumbre. Señalemos a Gulliver y hagámonos los sorprendidos por su debilidad sobre la bicicleta, a la par que nos relamemos heridas de cuando nos humillaba en tiempos pasados.

Y no recordemos cómo, con él sobre el escenario, los focos de la atención general nos iluminaban con fuerza. Cómo no va a tener Gulliver cierto asco a los Yahoos. Como no los va a mirar, incluso, por encima del hombro. Si resulta que es el que comprende todos los aspectos del juego mediático, igual que Gulliver comprendía al final del valiente libro de Jonathan Swift todos los sistemas políticos y la condición humana. Y nadie le escucha.

Lance Armstrong es un gran deportista, pero por encima de todo es un gran personaje. No queramos comprender su regreso como un asunto competitivo, igual que los regresos de Michael Jordan eran posiblemente un intento de relanzar la marca Air Jordan y no de ganar otro anillo más para la colección. Los corredores deben aprender de él; ahora la fuerza mediática es la que distingue a los grandes campeones y futuros leyendas de los grandes deportistas que no trascienden más allá.

Aprendamos de él, que es puro personaje. Que, por orgullo, igual nos regala alguna gesta sobre la bicicleta de aquí a final de año. Pero que, sobre todo, nos habrá regalado el retorno del ciclismo a la primera línea de atención, y una guía práctica de cómo mantenerlo en ella.

¿Cuál será el papel de los "regresos"?

viernes, 15 de mayo de 2009

12 de Mayo, Arueda.com

Dos de las grandes figuras de este Giro son, sin duda alguna, Ivan Basso y Lance Armstrong. Ambos han vuelto este 2009 al máximo nivel competitivo, del que estuvieron apartados por motivos diferentes, y han centrado su temporada en conseguir la victoria en la 'corsa rosa'.


Lance Armstrong se enroló en Astaná para volver de su retiro, consumado en julio de 2005 después de ganar la impresionante cifra de siete Tour de Francia consecutivos. Debutó en el Tour Down Under, para tomar la salida después en California, San Remo, Castilla-León y la pachanga del Tour de Gila. En todas estas carreras el tejano ha demostrado haber perdido bastante del nivel que poseía antes de su retirada en 2005. Si bien aún demuestra combatividad y orgullo personal, se le ve bastante “corto” en las subidas y falto de chispa a la hora de rodar en cabeza de pelotón. Siempre comparando, claro está, con el Armstrong de hace cuatro años; sus prestaciones serían muy buenas de darse en las piernas de cualquier ciclista de nivel medio.

Sus dos principales piedras de toque esta temporada se han saldado con un anónimo 125º puesto en Milán – San Remo, donde se descolgó en la Cipressa, y un 7º lugar aderezado con bastante presencia en carrera en la Vuelta a California. No son señales positivas si el objetivo es llevarse la 'maglia rosa'. El desaliento es aún mayor si se tiene en cuenta su caída en la primera etapa de la Vuelta a Castilla-León. Una fractura de clavícula a mes y medio del cénit de tu estado de forma que podría echar a perder la preparación de cualquiera. Sin embargo, Lance Armstrong está hecho de otra pasta y así lo demostró en el semiprofesional Tour de Gila y en los primeros compases de este Giro.

Las dudas sobre la competitividad de Armstrong, por otra parte, quizá no estén al final sino al principio. En los porqué de su vuelta. En si se ha montado en la bicicleta para correr o para repopularizarse y proseguir su labora en la lucha contra el cáncer. También en si a las autoridades les ha agradado el 'comeback' (como lo llaman los angloparlantes) por la mediatización subsiguiente o si por el contrario les ha molestado y por ello le fríen a controles antidopaje. Se da a entender que a los grandes jefes no deseaban su regreso. Y se percibe que la vuelta al profesionalismo no tiene objetivo competitivo para Armstrong...

… Al contrario que para Ivan Basso. El corredor italiano comparte con el tejano la molestia provocada a algunas instancias del ciclismo por su regreso a la alta competición, este sí con la vista puesta en lo deportivo, en demostrar que todos sus éxitos anteriores a 2006 no tienen por qué estar bajo sospecha de dopaje. Que fueron fruto de su tremenda clase.

Para ello firmó en abril del año pasado, cuando le quedaban aún cinco meses para cumplir su sanción de veinticuatro, con Liquigas, posiblemente el mejor equipo italiano de la actualidad. Para ello han puesto a su disposición una alineación de gregarios contrastados, de la cual se ha quedado fuera incluso un velocista de campanillas como Bennati por no estar dispuesto a sacrificarse por Basso. Para ello, también, lleva dos años y medio preparándose el varesino...

Y es que Ivan Basso lleva con la mente puesta en este Giro de Italia, Giro del Centenario, desde el mismo día que le sancionaron. Constante, estajanovista, ha recorrido cada jornada 200 kilómetros y dado periódicamente cumplida información de ello a través de la Gazzeta dello Sport. Se ha mantenido en forma. No en vano, en su primera carrera tras la sanción (Copa Japón, Octubre de 2008) fue tercero ante lo más granado del pelotón italiano.

Ya en 2009 ha mostrado un buen golpe de pedal en la Vuelta a San Luis (mes de Enero en Argentina, fue quinto) y en Tirreno – Adriático, una cita de alto nivel donde consiguió un excelente quinto lugar. Su última demostración de fuerza ha sido el Giro del Trentino, cuya general se adjudicó después de ser protagonista en casi todas las etapas.

No caben dudas: Basso llega casi en la mejor forma física posible al Giro. Armstrong... no tanto. El transalpino seguramente luche hasta el final por el 'rosa', y parte con muchas opciones de salir victorioso; el americano, tal vez, se dedique más al espectáculo y la intimidación para dejar a su coequipier Levi Leipheimer en una posición inmejorable como tapado.

De cualquier modo, la respuesta a este interrogante y los otros dos planteados hace unos días ya se está dando. Comenzó el Giro, el Giro del Centenario; y promete grandes emociones. No como nunca, sino como siempre.

¿Por qué va Fuji - Servetto al Giro? ¿Cuál será su papel?

martes, 12 de mayo de 2009

Segunda entrega del "tres preguntas..."
8 de Mayo, Arueda.com

En principio, su exclusión parecía lógica y consensuada por las tres Grandes Vueltas: el escándalo formado por Saunier Duval, antiguo nombre de la estructura, en el Tour de Francia con los positivos de Riccardo Ricco' y Leonardo Piepoli, precedidos ambos de exhibiciones casi supersónicas, eran suficiente motivo para la marginación sistemática por parte de los limpísimos grandes organizadores.


Sin embargo, vino el problema cuando Fuji – Servetto reclamó su legítimo derecho a participar en el Giro apelando a su condición de Pro Tour y presentando un recurso ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo). Y la salvación no llegó porque Fuji tuviera razón, que la tenía, y no hubiera base jurídica para la exclusión; sino según fuentes cercanas al equipo por los débiles argumentos de RCS para defender su postura. Antes de que el Tribunal llegara a fallar, el Giro pactó con Fuji: yo te dejo participar, tú me traes a tus mejores ciclistas.

Y así será. Sólo hay un 'pero': no todos llegarán a la salida de Venecia en el estado de forma adecuado. Algunos llegarán cortos y tendrán que echar mano del pundonor en espera de que la competición les dé el punto necesario: es el caso de Jesús Del Nero, el desafortunado Ángel 'Litu' Gómez, Alberto Fernández de la Puebla ó Héctor González. El sorprendente ex biker noruego Frederik Kessiakoff tal vez llegue algo pasado de forma después de una temporada que inició en febrero y, desde el principio, con un gran rendimiento; posiblemente se vaya deshinchando con el paso de los días.

Pero no todo son sombras. También hay luces, y no sólo puestas en la expectativa del paso de los días y las fugas. El joven Eros Capecchi y el experto Iker Camaño llegan en buen momento y pueden ser los líderes del equipo para figurar entre los primeros de la general; el sprinter Davide Viganó puede competir fácilmente en unas llegadas masivas algo deslucidas en cuanto a nombres. Y también está un Ricardo Serrano al cual los quebrados kilómetros finales de algunas etapas pueden venir como anillo al dedo...

¿Debe Xacobeo acudir al Giro en perjuicio de Ceramica Flaminia?

lunes, 11 de mayo de 2009

Primera parte de "Tres preguntas sobre el Giro"
8 de Mayo, Arueda.com

Desde el año pasado lleva el equipo de Álvaro Pino invitado a la 'corsa rosa'; la lista de equipos ha estado configurándose durante meses, Xacobeo ha sido un fijo en ella siempre. Fue en marzo cuando RCS, empresa organizadora de la carrera, anunció los participantes más o menos definitivos: 21 escuadras entre las cuales había catorce Pro Tour legítimos, un Pro Tour 'de facto' Cervélo, dos profesionales extranjeros (Barloworld y Xacobeo) y cuatro profesionales de base italiana (ISD, Acqua e Sapone, LPR y Diquigiovanni). Quedaban tres equipos de Segunda italianos sin invitar (Navigare, Amica Chips – Knauf y Ceramica Flaminia), y quedaba también una puerta abierta para la participación de uno de ellos, dado que aún quedaba una plaza vacante para completar el máximo de 22 escuadras que fija la UCI.


Sin embargo, la puerta se cerró. Y con ello se abrió la polémica. El Pro Tour español Fuji – Servetto fue quien llenó la vacante, consiguieron ser absueltos por RCS de los pecados de dopaje cometidos en el seno del equipo el pasado año. El hueco no iba a ser para ningún italiano, y esto indignó a unos transalpinos que se pusieron a clamar por la invitación de Ceramica Flaminia, de los excluidos el más potente deportivamente.

Y, en realidad, por nivel deberían estar en el Giro 2009. Pueden aspirar a un top-10 en la general de la mano del polivalente ex Liberty Giampaolo Caruso; en las 'volatas' tienen a un Enrico Rossi en progresión que con su descaro les daría bastante presencia. Y el resto del equipo... variado y con posibilidad de éxito en fugas: el veterano escalador Massimiliano Gentili, el jovencísimo rodador Maurizio Biondo o el campeón de Italia Filippo Simeoni, que ha renunciado a su maillot de campeón nacional como acto de protesta por la no invitación del equipo... Mimbres suficientes para aspirar a alguna victoria parcial.

Xacobeo, por el contrario, ofrece menos a nivel competitivo después del varapalo que ha supuesto el accidente doméstico que deja fuera del 'nueve' al escalador Ezequiel Mosquera. David García Dapena queda así como cabeza visible del equipo, secundado por Gustavo César Veloso de cara a la general. Sin embargo, el mejor terreno para que los gallegos se dejen ver será el de las fugas, donde cuentan con los talentos rusos Eduard Vorganov y Vladimir Isachev, el combativo vasco Iban Mayoz y el jovencísimo superclase madrileño Marcos García.

A priori, Flaminia parece un equipo más apropiado para el Giro. Tiene mejor plantilla, al menos para lo que a esta carrera respecta y, encima, es italiano. Pero es de suponer que el empeño de RCS que llevó a contar a la empresa a invitar a los hombres de Álvaro Pino (tener una escuadra netamente española en el Giro) persiste, y eso sí que es una garantía por muchas quejas que haya.

Nota a posteriori. Qué chusco David García Dapena, que afirma en Cyclingnews que quiere una victoria en el Giro para dedicársela a Simeoni. Genio y figura.